Hablar no define las palabras…

 Más allá de la simple emisión, la comunicación pretende la transmisión de contenidos y emociones.

Los pensamientos van siempre cargados de sentimientos y la comunicación no resulta eficaz  si el receptor no comprende el mensaje. Saber hablar es comunicar con el otro y captar su atención.

El 85 % de las profesiones requieren de la palabra como instrumento imprescindible de trabajo. El poseedor técnica comunicativa limpia, tendrá seguramente más éxito en el campo laboral, científico, docente, social y personal. Por que en definitiva, ante la ausencia de una correcta técnica expresiva, es más que probable que el interlocutor se dé media vuelta y desaparezca.

Los pilares de una adecuada técnica vocal son, sin duda:

  • La correspondencia del volumen con la situación en la que se habla.
  • Una velocidad de emisión que permita al interlocutor seguir la conversación sin que de su cabeza salga humo.
  • La adecuación entre el lenguaje corporal y verbal.
  • La riqueza de tonos y de léxico. El hablar es siempre un arte.
  • La claridad e inteligibilidad de las palabras.

A pesar de que algunas personas posean esta habilidad de forma natural, para la mayoría requiere el aprendizaje de una técnica básica. Aprender es complejo, pero siempre posible. Requiere de métodos y prácticas constantes.Por ello, anímate  a considerar el arte de hablar como una tarea inconclusa, cuyas mejores herramientas son la observación y la praxis.

El mejor laboratorio de experimentación tiene que ser nuestra propia actividad cotidiana: la conversación ordinaria, al hablar por teléfono, ver la TV, oír la radio. Hablar debe convertirse en una fuente continua de placer tanto para el que habla como para  el que escucha. No hay que olvidar que para ser un gran orador hay que saber lo que se quiere decir, ser capaz de decirlo y, sobre todo, saber cuándo hay que callar.

CENTRO NACIONAL
DE INFORMACIÓN Y
COMUNICACIÓN EDUCATIVA, Madrid. (Hablar es…)